La principal fuente de GEI proviene de la fermentación entérica (metano) y las fincas más productivas tienden a tener menores emisiones gracias a sus estrategias de mitigación, como por ejemplo el uso de bancos forrajeros de alto valor nutritivo y la presencia de pasturas mejoradas.
El 88% de los productores no realizan ninguna práctica de gestión del estiércol, mientras que las fincas que hacen un manejo del estiércol lo emplean para la producción de biogas o biofertilizantes. Estas estrategias cobran importancia especialmente en el contexto actual donde no existe un precio diferenciado en productos que provienen de fincas con buenas prácticas productivas y las que no.
Las fincas con baja intensificación alimentan al ganado solamente con pastoreo y generan más emisiones de CH4 que las fincas de alta intensificación. La mayor producción de leche por vaca y menor emisión de CH4 por litro de leche producido se debe a que las fincas de media y alta intensificación usan estrategias de alimentación tales como la suplementación de vacas en ordeño con concentrados comerciales, minerales, pastos de corta, ensilajes.
A su vez, tienden a implementar más estrategias de manejo tales como planes de manejo de potreros y subsecuentes análisis de suelos, recomendaciones técnicas de fertilización, establecimiento de períodos de descanso; cálculo de la carga animal adecuada y el establecimiento del tipo de gramíneas y leguminosas adecuadas según la zona de vida.
La principal fuente de emisión del sector ganadero, proviene de la fermentación entérica de los animales; evidenciándose que, en las fincas con baja intensificación, alimentado el ganado solamente con pastoreo, generan un 103% más de emisiones de metano que las fincas de alta intensificación que suplementan con bancos de forrajes y concentrados. A su vez, en las ficas de alta intensificación se produce en promedio 2,1 litros más de leche por vaca que en las de baja intensificación.
Buenas prácticas de manejo y sistemas silvopastoril
Infografía